MICOPLASMA AVIAR: UN PROBLEMA SANITARIO PARA EL AVICULTOR

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Las enfermedades respiratorias en los animales de producción son uno de los problemas más serios y frecuentes que ocasionan grandes pérdidas económicas. Pueden ser producidas por una gran variedad de agentes infecciosos y no infecciosos que dañan el tracto respiratorio de los animales. El sitio en el que se produce el daño del sistema respiratorio es determinado por la interrelación entre la vía de entrada del agente, la naturaleza y concentración del agente y la relativa susceptibilidad del tejido y al agente (González, 1997).

La micoplasmosis aviar es de gran importancia en la industria avícola debido al impacto negativo que ocasiona en los parámetros productivos. En pollos de engorde produce disminución en la ganancia de peso e incremento en la tasa de decomisos en las plantas de sacrificio (OIE, 2008).

La infección por Mycoplasma gallisepticum se caracteriza por estertores respiratorios, tos y secreciones nasales; y sus manifestaciones clínicas, por lo general, se desarrollan con lentitud, teniendo la enfermedad un curso prolongado (Ley, 2008; OIE, 2008). La infección por Mycoplasma synoviae se presenta con más frecuencia como una infección subclínica del aparato respiratorio superior, pudiendo provocar infecciones de los sacos aéreos si se combina como una enfermedad viral como Newcastle o Bronquitis. Así mismo, si se hace sistémica produce sinovitis infecciosa, involucrando de manera primaria las membranas sinoviales de las articulaciones y cubiertas tendinosas (Kleven y Ferguson-Noel, 2008, OIE, 2008).

En teoría la difusión de micoplasmas entre los lotes debería ser relativamente fácil de prevenir mediante estrictas medidas de bioseguridad porque la transmisión necesita un estrecho contacto. Además, los micoplasmas no sobreviven bien en el ambiente y pueden ser fácilmente destruidos por desinfectantes habituales. Los lotes infectados pueden ser tratados con antibióticos, no sólo para aliviar la enfermedad, sino también para reducir el número de micoplasmas que es excretado por las aves.

 

 

El genoma de los micoplasmas es el menor de todos los organismos vivos conocidos y, como consecuencia, los micoplasmas son muy dependientes de su hospedador para cubrir sus exigentes necesidades nutricionales. A pesar de su pequeño genoma, tanto Mg como Ms son capaces de producir variaciones significativas de sus importantes antígenos de superficie, y Mg es también capaz de invadir células. Estas propiedades son capaces de ayudar al micoplasma a evitar los mecanismos de defensa del hospedador y pueden explicar porque pueden persistir durante largos períodos superando una aparentemente buena respuesta inmune.

 

 

 

La infección de los planteles avícolas ocurre generalmente de dos formas: vertical y horizontal.

La vía vertical o transovárica se produce debido a que los micoplasmas colonizan principalmente el epitelio de la tráquea, las membranas de los sacos aéreos y la mucosa interna del oviducto. El huevo se contamina después del desprendimiento de la yema del ovario en la fase migratoria por el oviducto. (Flores. E.R,2012)

La transmisión horizontal ocurre directamente por contacto entre las aves, por aspiración del polvo contaminado, el agua de bebida, los utensilios contaminados y a través de portadores intermediarios como el hombre. En la difusión de las micoplasmosis participan igualmente las aves de consumo, porque los micoplasmas son resistentes a las temperaturas. (Flores. E.R, 2012)

 

 

 

El control eficaz de las infecciones por micoplasma requiere un diagnóstico exacto y realista. Los signos clínicos en estas infecciones no sirven para el diagnóstico y los test de laboratorio son esenciales. Algunas infecciones incluso no producen síntomas clínicos y la primera indicación de la infección en lotes de reproductores puede ser la detección de anticuerpos durante los programas de control serológico.

Los controles se realizan normalmente a intervalos regulares sobre 60 aves seleccionadas aleatoriamente de cada nave. Esto da un 95 % de confianza de detectar una infección a un nivel del 5 %. (Bradbur. J,).

Las medidas de bioseguridad son prácticas de manejo diseñadas para reducir el riesgo de entrada de patógenos en granjas y reducir la difusión de patógenos entre grajas. Las medidas introducidas dependerán del conocimiento de la epidemiología de la infección. Para micoplasmas el objetivo es prevenir la difusión de la infección dentro de la cadena de producción manteniendo los planteles de reproductoras libres de micoplasmas, pero si se infectara un lote es importante prevenir su difusión tanto vertical como horizontalmente, a otras partes de la cadena.

Los antibióticos que actúan sobre la pared celular no tienen efectos sobre los micoplasmas, la Penicilina y cefalosporina no suelen utilizarse. Los micoplasmas son sensibles a las:

Tetraciclinas

Quinolonas

Tilosina

Tratato de tilosina (Tylovic)  (Certyl Soluble)

Tiamulina y Fumarato hidrogenado de tiamulina (tiamulin CG 30%)

Tilmicosina (Certyl CG40) y Doxiciclina (Doxivic). 

 

 

 

 

 

 

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