EL PAPEL DE LOS B-MANANOS EN LA PRODUCCIÓN AVÍCOLA: IMPACTO EN LA SALUD Y EL RENDIMIENTO
En la industria avícola, la nutrición adecuada es un factor clave para garantizar el crecimiento óptimo y la salud de las aves. Sin embargo, existe un componente que puede pasar desapercibido pero que puede tener un impacto significativo en la producción: los B-mananos. Estos polisacáridos, presentes en cereales como el trigo y en leguminosas como la soya y el palmiste, pueden influir en el crecimiento del Clostridium y tener consecuencias en la producción avícola, especialmente en ponedoras comerciales, pollos de engorde y reproductoras pesadas.
¿Qué son los B-mananos y dónde se encuentran?
Los B-mananos son polisacáridos complejos que se encuentran en la pared celular de ciertas plantas, incluidos cereales como el trigo y leguminosas como la soya y el palmiste. Estos carbohidratos no digeribles pueden afectar la digestión y el metabolismo de las aves cuando se incorporan en su dieta.
Impacto en el crecimiento del Clostridium
Uno de los principales problemas asociados con los B-mananos en la producción avícola es su capacidad para favorecer el crecimiento del Clostridium, un género de bacterias anaerobias que incluye especies patógenas como el Clostridium perfringens. Estas bacterias pueden causar enfermedades intestinales graves en las aves, como la enteritis necrótica, que conduce a la pérdida de peso, disminución de la producción de huevos y, en casos graves, la muerte.
Consecuencias en la producción avícola
La presencia de B-mananos en los alimentos puede tener varias consecuencias en la producción avícola:
- Disminución del rendimiento: El crecimiento del Clostridium en el tracto intestinal de las aves puede interferir con la absorción de nutrientes y causar trastornos digestivos, lo que resulta en una disminución del rendimiento de las aves en términos de ganancia de peso y producción de huevos.
- Mayor riesgo de enfermedades: El aumento de la población de Clostridium en el intestino puede aumentar el riesgo de enfermedades intestinales, lo que puede requerir el uso de antibióticos y otros tratamientos, lo que a su vez puede elevar los costos de producción y aumentar la resistencia a los antimicrobianos.
- Calidad del producto: La presencia de bacterias patógenas en el tracto intestinal de las aves puede afectar la calidad microbiológica de la carne y los huevos, lo que puede ser un problema de seguridad alimentaria y afectar la reputación del productor en el mercado.
ESTRATEGIAS DE MITIGACIÓN
Para reducir el impacto negativo de los B-mananos en la producción avícola, se pueden implementar diversas estrategias:
- Uso de enzimas: La adición de enzimas específicas, como la β- mananasa, a la dieta de las aves puede ayudar a descomponer los B-mananos y mejorar la digestibilidad de los nutrientes. El uso de Zybum® rompe el paradigma de las dietas altas en el complejo soya, ya que permite incrementar los niveles de inclusión del complejo soya en dietas de aves de inicio, levante y engorde. Impactando de manera positiva los costos de formulación, manteniendo los parámetros zootécnicos.
- Manejo de la higiene: Mantener condiciones de higiene adecuadas en las instalaciones avícolas puede ayudar a reducir la carga bacteriana en el entorno y limitar la propagación del Clostridium.
En resumen, los B-mananos presentes en cereales y leguminosas pueden tener un impacto significativo en la producción avícola al favorecer el crecimiento del Clostridium y afectar la salud y el rendimiento de las aves. Sin embargo, mediante la implementación de estrategias de mitigación adecuadas, los productores pueden minimizar estos efectos negativos y mantener la rentabilidad y la calidad de sus operaciones avícolas.